ORIGEN: http://fibromialgico.blogspot.com/2010/01/toma-control-del-dolor.html
Es un hecho que el dolor interfiere con nuestras actividades diarias. Es importante tener formas para manejar el dolor y minimizar el impacto negativo que éste pueda tener en nuestras vidas. Por esta razón, debemos evaluar si hay alguna actividad o costumbre en nuestro diario vivir, que pueda estar incrementando el nivel de dolor, y a lo mejor no estamos consciente de ello. Cuando se tienen enfermedades con dolor crónico, la vida no puede ser igual que antes. Tenemos que hacer ajustes y modificaciones en nuestras rutinas.
Verifica si alguna de las siguiente cosas te pueden estar pasando, para que puedas modificar tu estilo de vida:
Excederse en las actividades diarias: casi todos empezamos el día con una lista de cosas para hacer, y a medida que transcurre el día, nos vamos sintiendo cansados y el nivel de dolor va en aumento. Aunque no estamos seguros de continuar, nos esforzamos por terminar las tareas, ignorando lo que nuestro cuerpo nos está diciendo. Estamos sobrecargando nuestro organismo, esforzándonos mas allá de nuestras limitaciones físicas y solo logramos incrementar el dolor. Presta atención a tu cuerpo, cuando te pida que te detengas; a veces tenemos que aceptar que no podemos hacerlo todo y que hay que dejar cosas para el día siguiente. En nuestro caso el dicho “no dejes para mañana lo que puedas hacer” mas bien aplica como “deja para mañana lo que no puedas hacer hoy”.
No descansar ni relajarse: sin adecuados períodos de descanso y relajación, tu cuerpo se estresa y te manda señales de dolor. Mantener niveles de actividad constante sin el descanso apropiado puede disparar ciclos de mas fatiga y mas dolor; las actividades deben estar balanceadas con el adecuado descanso y relajación. La meditación es un tratamiento totalmente natural para las enfermedades de dolor crónico. Aprender a meditar puede aliviar la tensión muscular y ayudar a combatir la fatiga. Las técnicas de relajación pueden reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y los problemas para dormir. Busca técnicas de meditación y relajación.
Obtener un sueño inadecuado: una buena noche de sueño se considera parte de un régimen saludable. Según estudios, el 75% de las personas con desórdenes reumáticos o artríticos, a menudo tienen problemas de sueño. En general, existe una alta frecuencia de problemas de sueño en varias condiciones médicas que involucran dolor crónico, que muchas veces altera el proceso de sueño, y al mismo tiempo el problema de sueño afecta el proceso de la enfermedad. La mala calidad del sueño y dolor crónico pueden crear un círculo vicioso que afecta el estado de ánimo y los niveles de fatiga. Mantenga hábitos regulares para dormir, evite la cafeína y el alcohol tarde en la noche, no haga siestas, utilice su cama solo para dormir, no haga ejercicios por lo menos 3 horas antes de acostarse, etc. Desarrolle rutinas para relajarse antes de dormir, y verá que puede conciliar y disfrutar de un sueño reparador.
No hacer ejercicios: el ejercicio puede aliviar o disminuir el dolor crónico; movimientos suaves y regulares mantienen los músculos tonificados, te ayuda a construir fuerza y flexibilidad, ayuda a mejorar el rango de movimiento articular, mejora la movilidad, reduce la rigidez de los músculos adoloridos, que usualmente tienen las personas con artritis o fibromialgia. Si no ejercitas con regularidad, los músculos se debilitan, a veces hasta el punto de atrofia. La falta de ejercicio te puede hacer caer en un ciclo de falta de acondicionamiento – debilidad – dolor. Practica ejercicios suaves como Yoga, Tai Chi, estiramientos en agua, etc.
No tomar los medicamentos: los médicos prescriben medicinas con instrucciones específicas, de manera que el medicamento pueda realizar su función en el organismo, ofreciéndonos un óptimo nivel de beneficio. Si te saltas dosis o te pasas días sin tomar las medicinas, no le estás permitiendo a tu cuerpo que reaccione apropiadamente al medicamento, y por supuesto, la consecuencia es mas dolor. Mantenga los medicamentos a mano, y acostúmbrese a tomarlos siempre a la misma hora, para evitar que se le olviden.
Enfocarse en remedios no probados: el dolor crónico se puede volver tan angustiante que una persona podría estar dispuesta a cualquier cosa con tal de detener la agonía; esto podría llevarse a ser arrastrado hacia remedios no probados, trucos y hasta curanderos. Si una persona decide atenderse con un curandero, disminuye el tiempo y esfuerzo de los tratamientos probados, aceptables y recomendados. Tratamientos sin valor médico pueden llevarnos a mas dolor. Antes de intentar cualquier nuevo tratamiento, investíguelo a fondo, y consúltelo con su médico.
Ganar peso: las investigaciones han demostrado, que cuando se camina, las caderas, rodillas y tobillos soportan de tres a cinco veces el peso total del cuerpo de una persona; lo que confirma que estar en sobrepeso, aunque sea moderadamente, recarga las articulaciones y puede incrementar el dolor, sobre todo en los casos de artritis. Por cada libra que una persona tenga de sobrepeso, le agrega a cada rodilla, de tres a cinco libras de peso adicional. En contraste, la pérdida de diez libras de peso hace que se libere una presión de 30 a 50 libras extra de las articulaciones. Ganar peso equivales a mas dolor.
El pesimismo provoca dolor: el dolor crónico altera la vida. El dolor alimenta al pesimismo y el pesimismo alimenta al dolor. Es razonable sentirse deprimido por el impacto del dolor crónico, hasta cierto punto; pero si tu estado de ánimo se vuelve totalmente pesimista, estás cediendo ante aquello que justamente incrementa tu dolor. Si te sientes pesimista y desesperado, estarás menos receptivo a los medicamentos, tratamientos, ejercicios y cualquier posible acción para tu mejoría. El dolor nos afecta tanto física como emocionalmente, ya que hay una fuerte conexión entre la mente y el cuerpo. No pierdas tiempo preguntándote “¿Por qué yo?”; mejor pregúntate “¿Que puedo hacer para mejorar mi vida?” … y hazlo.
Acumular mas estrés: Demasiado estrés puede aumentar el dolor y hacer más difícil para las personas con dolor crónico, lidiar con las cargas adicionales impuestas por su enfermedad. La función inmunológica, el estrés y las enfermedades están interconectadas. La dificultad de vivir con dolor genera estrés, que causa que los músculos se tensionen e incrementa el dolor, empeorando los síntomas. El estrés y el dolor desarrollan un ciclo de: estrés - dolor - más estrés - más dolor. Existen tres componentes exitosos para manejar el estrés: aprenda como reducir el estrés, aprenda a aceptar lo que no se puede cambiar y aprenda a vencer los efectos dañinos del estrés.
Algunos tips que pueden ayudarnos con el estrés
Reducir el estrés
Identifique las causas del estrés en su vida
Comparta sus pensamientos y sentimientos
Simplifique su vida al máximo
Maneje bien su tiempo y conserve su energía
Establezca metas a corto plazo
No recurra al alcohol o las drogas
Póngase en forma tanto física como mentalmente
Desarrolle su sentido del humor
Sonría, ríase mucho y diviértase
Consiga ayuda para lidiar con los problemas difíciles de resolver
Aceptar lo que no se puede cambiar
Asimile que solo se puede cambiar a usted, y no a los demás
Permítase ser imperfecto
Vencer los efectos dañinos del estrés
Practique técnicas de relajación
Aprenda a superar las barreras de la relajación
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