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viernes, 25 de febrero de 2011

El dolor se puede controlar en la mayoría de pacientes

ORIGEN: http://fibrodiario.blogspot.com/2011/02/el-dolor-se-puede-controlar-en-la.html


«El dolor se puede controlar en la mayoría de pacientes»

«No llega con que el médico prescriba calmantes», señala.

http://www.lavozdegalicia.es Luis Prieto BURELA / LA VOZ 20/2/2011

Carlos Nieto es anestesista en el Hospital da Costa de Burela. En esta entrevista habla sobre el dolor y los tratamientos, de una sensación que, como afirma, es universal, que ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia y que todos, en mayor o menor medida, hemos experimentado en algún momento de la vida. «Afortunadamente no todos lo padecemos de forma constante o habitual, y solo un porcentaje muy pequeño de la población ve como su vida cambia por el dolor», explica. Y añade: «No en vano, el número de pacientes que sufren dolor es elevado y el dolor es el síntoma principal por el que se acude al médico».

-¿Se puede clasificar el dolor?

-Se puede y debe ser clasificado. Una forma de hacerlo consiste en distinguir entre el agudo y el crónico. El primero es una respuesta de nuestro organismo ante una agresión, es algo útil desde el punto de vista biológico, porque nos avisa de que algo malo está sucediendo en nuestro cuerpo. Por otro lado, está el dolor crónico, que es un problema totalmente distinto. Es un dolor que se perpetúa con el paso del tiempo y, tras meses o años, llega un momento en que se convierte en el centro de la vida del paciente. Se trata de una situación más problemática, donde las herramientas de las que disponemos los médicos para tratar el dolor no son tan eficaces. Existe también una clasificación del dolor en función de la causa. Y también podemos clasificar el dolor en función de la parte del cuerpo al que afecta. Un tipo de dolor específico, por ejemplo, con características particulares y que en ocasiones es muy difícil de tratar es el neuropático, que se debe a enfermedades del tipo nervioso del sujeto.

-De todos estos tipos de dolor, ¿cuáles son los más frecuentes?

-Hay algunos muy habituales, como el dolor de cabeza o el de muelas. Sin embargo, en lo que se refiere al dolor crónico, los problemas más frecuentes son los dolores de espalda, los derivados de la artrosis y la fibromialgia. Son importantes, porque suelen afectar a la vida diaria de la persona, al estado de ánimo y el paciente no puede desarrollarse normalmente en términos de relaciones sociales, familiares y laborales.

-Porque el dolor tiene también repercusiones psicológicas.

-Efectivamente. Hoy en día los profesionales implicados en el tratamiento del dolor tenemos claro que es una realidad biológica, pero con importantes implicaciones tanto psicológicas como sociales. No llega con que el médico prescriba calmantes, sino que también debe intervenir sobre los aspectos afectivos y sobre las repercusiones que tiene el dolor en la vida diaria.

-¿Cuáles son los tratamientos?

-Hay una gran variedad. A veces el paciente necesita una intervención quirúrgica, por ejemplo para hernias discales o artrosis. Pero lo habitual es utilizar analgésicos, siguiendo una escala de la Organización Mundial de la Salud. Si es insuficiente podemos recurrir a infiltraciones, a la colocación de electrodos o a la inyección de fármacos a nivel de los nervios o la médula del paciente. Afortunadamente son pocos los que tienen que recurrir a estas técnicas invasivas. Y sobre todo es muy importante escuchar al paciente, empatizar con él y hacerle ver que debe adoptar una actitud positiva, que su vida no tiene que girar en torno al dolor. Y algunos pacientes también se beneficiarán de recibir ayuda de un psicólogo o un psiquiatra, por ejemplo, si sufren depresión.

-Llegamos a la morfina. ¿Hay pacientes que sienten reparos a recibirla?

-La morfina y otros fármacos opioides son un pilar básico en el tratamiento del dolor. Que un paciente se trate con opioides no significa que sufra una enfermedad terminal o incurable y el riesgo de que se cree una adicción es mínimo si se usa adecuadamente.

-Y qué opina de las técnicas alternativas para tratar el dolor.

-La medicina moderna y científica no está reñida con esta medicina que cuenta con miles de años de historia, cuando además cada vez hay más estudios científicos que valoran estas técnicas aplicadas al dolor, porque los resultados pueden ser positivos y apenas tienen efectos secundarios. Pero hay que ponerse en manos de profesionales cualificados, porque hay gente que se lucra aprovechándose del dolor del paciente. Un reto importante es lograr que estas terapias se integren en la medicina convencional y es probable que en el futuro algunos hospitales cuenten, por ejemplo, con acupuntura.

-¿Son eficaces los tratamientos contra el dolor?

-Depende del tipo de dolor. El agudo casi siempre puede tratarse de forma eficaz. El crónico a veces es más complicado y el objetivo ya no es lograr que desaparezca sino que a veces nos tenemos que contentar con controlarlo. Pero a mí me gusta abrir una puerta a la esperanza y decir que en la actualidad la mayoría de pacientes pueden llegar a tener su dolor controlado. Y para los casos más radicales disponemos de una unidad de dolor en el Hospital da Costa.

«Hay que ponerse en manos de profesionales; hay quien se lucra a costa del dolor»

«La medicina convencional no está reñida con las técnicas alternativas»

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